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El Pollo y el Marrano

Este es un cuento muy corto, de aquellos que se cuentan luego de algunos tragos, y a la espera de que repliquen con los de riverita. En fin, no espero que lo crean, pero lo relata quien lo vivió.

En el resguardo indígena del Coco, municipio de Puerto Inírida a mediados de 1993, me encontraba instalando equipo de telefonía en el Proyecto Territorios Nacionales para Telecom. Estas instalaciones requieren de cierto cuidado, pues cada pieza tiene su puesto justo y las partes y tornillos al igual que en un reloj, ni sobran ni faltan. Como ya tenía alguna práctica en el asunto, estaba solo, apretando los seis tornillos de una regleta de conexiones; en el último tornillo, el cual era muy pequeño y de un color dorado brillante, se me aflojó el destornillador y el tornillo cayó al piso. Antes de que pudiera agacharme a recogerlo, un pollito pasó y se lo comió de un picotazo, entre divertido y preocupado salí a corretear al pollo tal vez esperando a que escupiera el bendito tornillo, pero mucho más rápido que yo, pasó un marrano a la carrera y se comió el pollo...

4 comentarios:

hugo dijo...

sin comentarios....en ese mismo caserio debio suceder lo que javier cuenta...con el alcalde que preocupado ante la falta de presupuesto para la estacion de bomberos decidio prohibir los incendios...bueno, la verdad creo que fue una genialidad, pues grandes gobernantes han seguido el sabio consejo y han adherido leyes alas constituciones de sus paises basados en tan sabio precedente...por ejemplo, Bush decidio prohibir el terrorismo, y ahora esta preparando un proyecto de ley para prohibir los huracanes

Javier dijo...

ja ja ja, lo del alcalde que prohibió los incendios es absolutamente verídico y sucedió en Cimitarra. El problema en el caso que narra Germán, es como alguna vez decía Papi, quién le hace entender al maldito marrano!!!

Germán dijo...

nooo!!!, el problema real fué ¿quien le hace entender al maldito japonés.

votoya dijo...

Ajá....y se quejaban del humor negro de papi? Claro, el que se quejaba debía ser la víctima, no?