Hoy estamos celebrando el cumpleaños de vida de papi y en conmemoración de esta fecha he querido transcribir un aparte de su libro publicado HISTORIA Y ALGO DE LEYENDA. Dice así:
"LAS LECCIONES DE LA HISTORIA:
Primera lección biológica. Enseña que "la vida es competencia". Y esta competencia es pacífica cuando abundan los alimentos y violenta cuando escasean. La ambición y la codicia son las secuelas de las luchas sostenidas por nuestros antepasados, para poder subsistir y estos defectos no desaparecerán y ni siquiera amenguarán sino cuando los Estados se agrupen para proteger racionalmente al individuo.
Segunda lección biológica. Enseña que "la vida es selección". No nacemos ni libres ni iguales, sino que dependemos de una herencia física y psicológica y estamos diferentemente dotados de salud, vigor y capacidad mental y estas diferencias, lejos de atenuarse, se incrementan con el grado de civilización. Solo desean la igualdad, quienes están por debajo del término medio en capacidad; entonces la lección de la historia es que debe mantenerse un cierto equilibrio entre libertad e igualdad, para reprimir los abusos de los mas fuertes, sin limitar demasiado los alcances de las mentes mejor dotadas"
En esta época de campañas políticas, creo que este escrito de papi es absolutamente vigente.
8 DE SEPTIEMBRE
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3 comentarios:
No creo que hubiese mejor homenaje que publicar apartes del libro en el que puso tanta ilusión y esfuerzo. Gracias Votoya, sus palabras tienen a papi tan presente como entonces.
Definitivamente la publicación amerita un requiem, se hizo el esfuerzo hasta donde fué posible pero ninguno de los miembros respondió. Desde mi artículo publicado en diciembre del 2006, y que titulé "Informe de la Situación", era más que claro que el único factor de unión en la familia fueron papi y mami.
¡Lástima! No sé que ha pasado, pero estoy de acuerdo en que cuando las cosas fracasan en forma tan repetitiva, es que definitivamente los lazos se acabaron; si el único lazo que nos unía eran papi y mami, ellos ya no están presentes y por lo visto, estamos dispuestos a declararlos bien muertos. Es triste, pero es la verdad.
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